Silencio Contracorriente: lo difícil de ser jóvenes, lo perfecto de ser diferentes
- Laura Colmenero
- 9 may 2023
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Mariló, Elder, Nico y Maxi de Silencio Contracorriente. Laura Colmenero.
Entre las paredes de los locales de ensayo Tetuán se empezó a gestar un grupo muy joven. Tanto, que solo tienen entre 15 y 18 años. Se juntan para tocar sin una idea definida, pero acaban con un sonido oscuro, indefinible, pero que recuerda al grunge o al post punk. Una banda encabezada por un cantante con ojos pintados que retiene la mirada. Son Silencio Contracorriente, y aunque por su formación han pasado ya varios integrantes, ahora está compuesto por Nico, Mariló, Elder y Maxi.
“No nos gusta quedarnos en un género”, afirma Nico, el cantante de la formación. Sus influencias llegan desde diferentes puntos. El resultado es “un género raro”, que nace de la unión de las influencias diferentes que tiene cada uno de ellos. El post punk se mezcla con el metal y con el sonido suave de Billie Eilish. Y en eso reside lo que le da fuerza a su música: “Siento que un buen grupo realmente puede llegar a tocar diferentes géneros sin llegar a quedarse estancado”. “Lo guay de tener mentes muy distintas musicalmente es que si las juntas puedes crear algo muy bonito, juntando más géneros”, cuentan. Rebeldía, mensajes como “me da igual todo” o los pensamientos que puede tener una persona cuando está al límite, son algunos de los conceptos a los que llegan con sus canciones. “Yo pienso que visibilizar esos temas es lo indicado, porque cuando escuchas una canción y la letra dice algo con lo que te sientes identificado, pues mola el triple”, afirma el cantante. Al final, saben que todos tenemos “problemas muy parecidos”, y eso “unifica”.

Son un puzzle, un conjunto de errores que los hace "perfectos"
Su formación es tan voluble como su género. Son jóvenes, pero por su grupo ya han pasado muchas personas diferentes. Nacieron por coincidencia, después de un cambio de instituto. “Es un grupo que está hecho por partes”, comentan. “Ha tenido tantos integrantes, tantas cosas diferentes, que al final se han arrancado todos y se compone de distintas piezas”, cuentan. Su banda es “un puzzle”. Algo que definen como un conjunto de errores, pero es precisamente eso lo que, al final, los hace “perfectos”.
No es fácil ser joven, ni empezar
Aunque ahora mismo están en un punto muerto. A las dificultades que de por sí ya trae contigo la música, se suma su juventud, y que, por ahora, son desconocidos. “No hay ningún lugar donde escucharnos”, comentan, y ese es uno de los principales problemas con los que se encuentran. Ahora los grupos necesitan estar en las plataformas para que se sepa que están ahí. “Hay conciertos, pero la gente no viene porque no nos conoce”, reconocen. Pero en sus planes está cambiar eso. Actualmente están grabando sus primeras maquetas, que después podrán compartir, y están convencidos de eso marcará la diferencia. Saben que la gente les conoce, pero les falta tener esa seguridad de que lo que hacen está en un sitio donde les puedan escuchar, que corrobore quiénes son.
“Siendo adolescentes poco presupuesto podemos tener”
El problema no son las ganas. Es el dinero. “Siendo adolescentes poco presupuesto podemos tener”, afirma Mariló, quien está en la batería. La música es cara. Y no solo por los instrumentos o el mantenimiento. Lo es también a la hora de producir lo que crean. Ellos reconocen tener la suerte de que un conocido les está grabando. Producir una canción, si no lo hacen ellos mismos, cuesta mucho dinero, y estar empezando tampoco ayuda.

Silencio Contracorriente. Laura Colmenero.
Sin embargo, y a pesar de todas las dificultades, siguen componiendo y siguen tocando. Trabajan lento, dicen, pero eso les asegura que están haciendo un buen trabajo, y que les aporta un resultado con el que sí están contentos. “Tenemos es un grupo de colegas, pero también es serio porque nos gusta que las cosas salgan bien”, aseguran. Tienen la experiencia de haber tocado sin apenas haberse preparado. Cuentan que su tema Hipócrita lo crearon en dos días: “Es de los que menos chicha tiene y de los que más gustan”. Todo, por trabajar a un ritmo frenético: “Tocamos el triple en muy poco tiempo y por experiencia sabíamos que nos avisaban con una semana de antelación. Es ir a ensayo por canción”.
Pero ahora están preparados para “resucitar” esa canción, mejorarla, y sacar adelante temas suficientes para poder actuar. Después de la velocidad a la que han trabajado, ahora buscan la calma de asegurarse un trabajo bien hecho. Lo importante es que les guste, da igual el tiempo que pase. Y en eso, su juventud juega con ventaja.
Me gustan serán un éxito